Ciudad de México, (ENTRAVISION).- En 1963 Manolo Fábregas tomó la decisión mas difícil, dejar su zona de confort en el cine y el teatro mexicano, para aventurarse a conquistar Broadway con El Rey y Yo.
En 1970 puso la obra el Violinista en el Tejado, 40 años después Jaime Camil tomó la estafeta y estelarizó el mismo musical, y como buen relevo generacional, siguió la faceta de triunfos con su presentación en Broadway en 2005, cierto es, hubo un paréntesis, pero el destino está marcado, estelarizar una gran obra.
Para lograr ese objetivo, Jaime Camil tomó la decisión más complicada de su vida, emigrar a Estados Unidos en búsqueda de su consagración como actor.
De haber deseado, en México tenía una posición cómoda en Televisa, gracias al éxito de la Fea Mas Bella y a las buenas audiencias de la telenovela Por Ella Soy Eva o Que Pobres Tan Ricos.
Al contrario, decidió por los castings en múltiples programas de televisión y las angustiosas esperas de un segundo llamado o de ver colocado su nombre en alguna buena producción.
Jane The Virgin fue el proyecto seleccionado por Camil y a partir de allí, los éxitos consecutivos gracias a una buena historia, un excelente casting, pero ante todo, la posibilidad de tener un personaje que le saca de su zona de confort y le exige aplicar toda su experiencia actoral.
De un momento a otro, esa nueva serenidad transformada en éxito se vió sacudida, un llamado para cubrir una temporada en Chicago el Musical en Broadway llegó a su teléfono y desde ése día, una racha de sacrificios se verán coronados con el debut el 31 de mayo
Apalancado en su familia, Jaime Camil vuelve a los escenarios que le marcaron un imprevisto alto con The Mambo Kings, para darle la revancha con un de los mas importantes musicales en Estados Unidos.
El 31 de mayo, el actor mexicano pisará por primera vez el escenario y con él, el orgullo de millones de latinos que tienen en él un ejemplo de que los sueños acompañados de vocación, talento, entrega y sacrificio siempre dan buenos frutos.