Ciudad de México, (ENTRAVISION).- José Manuel Figueroa tiene el beneficio de contar con fortuna, propiedades, dinero y bienes; sin embargo, la muerte de su padre le ha dejado enfrentamientos, crisis y dolor por familiares malagradecidos en búsqueda de una parte de la herencia.
“Que yo me convirtiera en albacea me daba un cargo, pero creaba fricciones, y cambiaron muchas cosas después de la partida de mi padre. Claro que también los intereses de algunos familiares son distintos, quienes no se enfrentaron a mi padre, y ahora sí lo atacan en los juzgados”, explicó.
Fue por esas razones que el intérprete dejó el asunto en manos de un abogado y considera que la herencia se repartirá; así será en 20 o 50 años.
Sin embargo, el rancho de Joan Sebastian no se repartirá entre ninguno de los parientes, ya que cuando el cantante se divorció por primera vez, se estipuló que quedaría para Sebastián, Trigo y José Manuel Figueroa.
“Por lo tanto, esa propiedad no es susceptible de herencia y sus beneficios serán repartidos a los herederos de los hijos asesinados del cantante, así como a los de José Manuel” concluyó.