Ciudad de México, (ENTRAVISION).- No existe rencor, tampoco odio, pero la carrera de Guido, cantante de ópera y triunfador de la Voz México muestra la frustración que provoca el abandono.
Guido obtuvo la corona del programa de televisión bajo la guía de Julión Álvarez, coach que apostó por el cantante para llegar hasta la final de concurso, y demostrar que la diferencia de intereses musicales no era barrera para formular un proyecto prometedor, expresó el intérprete al periódico el Informador en Jalisco.
Rochín expresa que actualmente no existe una relación cercana con el intérprete de “Y fue así” ante los múltiples compromisos musicales del chiapaneco, situación que no ha sido obstáculo para poder concretar sus planes sonoros y emprender de manera independiente presentaciones por el país.
“Se termina el programa y cada quien para su casa. Él fue muy buena onda y lo que prometió lo cumplió en el programa, ahora le he perdido la pista, él también está muy ocupado en la cumbre de la industria y viajando por todo el país todo el tiempo. ‘La Voz… México’ no es un varita mágica”.
Que lo encasillen como un cantante de ópera no es algo que moleste a Guido, ganador de la cuarta edición de “La Voz… México”, que a dos años de haber acaparado la atención con su peculiar forma de cantar, ahora trabaja en demostrar que sus atributos vocales son camaleónicos y no de solo género.
Guido Rochín destaca que tras finalizar su participación en el reality las cosas han cambiado para bien, pero sin imaginar las responsabilidades y compromisos que conlleva estar inmerso en una industria sonora tan competida, en la que contar con un estilo novedoso es un requisito indispensable para sobresalir en la oferta rítmica.
Con texto de http://www.informador.com.mx