Ciudad de México, (LMSHOW.COM).- José Manuel Figueroa es el perfecto ejemplo del refrán que dice ‘Hijo de tigre pintito‘, pues su padre Joan Sebastián le heredó muchos de sus gustos y costumbres, entre ellos, su amor por la vida del rancho.LMShow encontró a Figueroa en un evento, donde nos confesó que la tranquila vida que lleva en Juliantla, el lugar que vio nacer a su famoso padre, ha sido el remedio perfecto para curar los dolores del alma y el agotamiento físico que le dejó la muerte del ídolo.“Ahora sí ya llegué con pila a la ciudad. Me costó trabajo dejar el campo, dejar mi rancho, porque hay varias cosas pendientes y ahorita es una época muy bonita donde nacen los potrillos y potrancas”, dijo el intérprete de ‘Rosas y espinas’.Cabe recordar que los caballos son la gran pasión de Figueroa, a tal grado que, como lo hiciera el llamado ‘Rey del Jaripeo‘, ayuda a las yeguas a dar a luz. “No sé traerlos al mundo como lo haría una yegua, pero sí se ayudar”.El entrevistado aseguró que el proceso de la sucesión testamentaria de Joan Sebastian continúa y por ello no ha sido posible lanzar los discos inéditos del artista. “Todo va bien, es una situación complicada porque hay varias compañías disqueras involucradas y los herederos no entendían muy bien el manejo de las cosas, pero todo se va acomodando”, finalizó.
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