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10 de diciembre, 2012 – 12:51 PM EDT
Mel Greig y Michael Christian, los locutores australianos que hicieron una broma por teléfono al llamar al hospital donde estuvo internada Kate Middleton al inicio de su embarazo, están recibiendo ayuda sicológica para lidiar con el hecho de que la enfermera con la que hablaron fue encontrada muerta.
“No hay un minuto que pase que no pensemos en su familia y lo que deben estar pasando”, dijo Greig a la estación 2DayFM con voz temblorosa. “Y el pensamiento de que posiblemente tuvimos que ver en esto es sobrecogedor”.
La llamada telefónica en la que ambos se hicieron pasar por la reina Isabel II y su hijo el príncipe Carlos se transmitió en su estación de radio. Obtuvieron información confidencial del estado de salud de la duquesa de Cambridge luego de que atendiera la llamada Jacintha Saldanha, quien tres días después fue hallada muerta en el alojamiento de las enfermeras del hospital. La policía no ha revelado la causa de la muerte, pero muchos presumen que se relaciona con el estrés causado por la llamada.
Reporta la agencia de noticias AP que los conductores radiales hablaron por primera vez de la broma que provocó indignación, amenazas de muerte y exigencias de que fueran despedidos. Ambos están recibiendo atención sicológica para lidiar con la tragedia.
Por su parte, el legislador británico Keith Vaz dijo que la familia “está devastada por lo que ocurrió”, luego de visitar al esposo y los dos niños de Saldanha en su casa en Bristol, en el suroeste de Inglaterra.
Ambos locutores se disculparon y lloraron cuando les preguntaron sobre el momento de enterarse de la muerte de la enfermera. Dijeron que no pensaron antes de hacer la broma y que directivos de la estación de radio autorizaron transmitirla al aire.
Southern Cross Austereo, la compañía controladora de 2DayFM, difundió un comunicado el lunes en el que dijo que el programa de Greig y Christian fue cancelado y que suspendieron las llamadas telefónicas en broma. Los locutores continúan suspendidos.
Saldanha, de 46 años, transfirió la llamada de los locutores a otra enfermera que se encargaba de atender a la duquesa en el hospital King Edward VII.
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