Tal como te prometimos, este martes 31 de enero comenzamos a presentarte nuestro serial titulado “Pecados que rompen vidas” e iniciamos con el conmovedor testimonio de Fernando Peregrín, quien narró las condiciones precarias en las que vive tras ser estafado por su propio hermano .
Luego de que los abuelos de Belinda murieran en los 80s a causa de un accidente de auto, el padre de la cantante no tuvo piedad de sus hermanos y robó todos los bienes, incluida la empresa de la familia, dejando a sus consanguíneos en la calle, siendo Fernando uno de los más afectados, pues a sus 76 años se encuentra abandonado en una casa de reposo donde lucha contra tres tipos distintos de cáncer y sufre por la falta de la mayoría de sus piezas dentales.
Fernando recibió a Javier Ceriani en la residencia para ancianos que habita en Madrid y relató cómo es su triste vida en ese lugar.
“Esto pues es un poco duro, es duro porque esto es un museo de la decrepitud y de la miseria humana, casi todos, yo creo que el 98 o 99 por ciento de los residentes son no válidos, no pueden valerse por sí mismos, sillas de ruedas hay por todos los pasillos”.
Durante el encuentro, nuestro titular se percató de que Fernando casi no puede comer, pues le hacen falta la mayoría de sus dientes, lo que mantiene en riesgo su vida, ya que necesita de alimentos sólidos para soportar los tratamientos oncológicos y poco a poco nos relató cómo comenzaron las fechorías de su hermano Ignacio en contra de su propia familia.
“Sabemos que se llevó en aquel tiempo, en el año 80,81, se llevó entre él y mi primo, se llevaron 20 millones de una finca, 10 millones cada uno, que hoy serían fácilmente 250,000, 300,000 euros, ¡Se los repartieron!, aseguró.
Mientras sufría por no poder masticar algunos de los alimentos, el tío de la cantante continuó el relato sobre cómo su hermano se robó la empresa de servicios médicos que sus padres fundaron y correspondía a todos los hijos.
“No sé cómo se apañó, pero lo vendió, lo vendió, él lo vendió, no sé si tenía un poder o se inventó, él lo vendió, lo vendió y claro, se quedó con todo el dinero, a mí me quitaba el dinero de la cuenta, falsificaban mi firma”, recordó.
Pero la malicia de Ignacio Peregrín no habría iniciado con la muerte de sus padres, pues mucho antes extorsionó a su progenitor para que este le cediera el 60% de las acciones de la empresa familiar y luego aprovechó el deceso de las personas que le dieron la vida y de su hermana mayor, para venderla a escondidas a una compañía inglesa por varios millones, dejando desamparados a sus hermanos y hundidos en una deuda millonaria.
Mañana les presentaremos comadritas el siguiente capítulo de nuestra investigación en el que se enterarán de cómo reaccionó el padre de Belinda cuando su hermano le pidió ayuda para poder arreglar su dentadura y lograr enfrentar el cáncer que lo aqueja y que lo mantiene cerca de la muerte.