El hijo de Maribel Guardia admite su ingreso a una clínica de rehabilitación Julián Figueroa rompió el silencio y admitió que tal como se expresara en algunos medios de comunicación, estuvo recluido en una clínica de rehabilitación para tratar su adicción la alcohol, confirmando que el mismo fue quien solicitó la ayuda a su famosa madre, Maribel Guardia, y de igual forma le avisó a su papá Joan Sebastian, sobre esta decisión. “Lo discutí con mi madre, yo tomé la iniciativa, y con mi tío Marco, que quería buscar ayuda porque ya no quería tomar de esa forma, y ellos obviamente pues me apoyaron, también preocupados por mi salud”, explicó el joven en exclusiva para el programa Hoy. “La idea era nada más llegar, tomar terapia e irme, pero me ofrecieron la estancia y yo accedí, porque creo que el aislamiento para reflexionar en muchas cosas y también trabajar otros problemas que podía ir cargando desde la infancia, pues solucionarlos. Es lo que hice y me encuentro muy bien gracias a Dios, y estoy muy orgulloso de la decisión que tomé, creo que ha sido una de las mejores decisiones en mi vida”, detalló. El joven, hijo de la famosa ex pareja, relató que fue lo que llevo a darse cuenta de su enfermedad y que lo orillo a buscar la ayuda de su familia y de dicha clínica. “La verdad fue como un escape para mí, porque se me juntaron muchas cosas al mismo tiempo, aparte estaba en el CEA, tenía la presión de la enfermedad de mi padre, quieras o no pues me tenía muy preocupado. Fue un periodo como de un mes y cachito que empecé a tomar pues fuera de control, no lo hacía a diario, pero lo hacía tal vez de jueves a domingo, cuando yo estaba acostumbrado a tomar viernes y sábado”, reveló. “Empecé a tomar de forma irresponsable, al punto de que ya en las mañanas me sentía mal, y después sobre todo lo que me preocupó, fue que un día que dije ya no voy a consumir un jueves, igual salí con mis amigos y acabé tomado otra vez. Entonces ahí fue cuando dije: ‘ah caray, si hay un problema’, de repente me di cuenta, que ya se me había salido de las manos completamente”, puntualizó. Tras confesar el problema con su madre y tomar la decisión, el joven acudió a ver a su padre, para decirle de frente la opción que había tomado sobre su problema. “Fui a hablar con mi papá para avisarle que había tomado esta decisión, y pues que no quería ser un dolor de cabeza más para él. El al contrario, reaccionó muy bien y me dijo, que estaba muy orgulloso de mí por haber tomado esa decisión, porque se requiere valor. Mi papá está mejorando muchísimo, la verdad es que es un hombre muy fuerte, y digo: ‘si él puede lidiar contra el cáncer, que yo no pudiera lidiar contra esto sería ridículo, él ha sido mi principal inspiración, lo veo y digo: ‘no puedo flaquear’”, confesó. Finalmente sobre su estancia en la clínica, comentó: “El tratamiento es cien por ciento voluntario, a parte, yo entraba y salía, digo son 35 días, yo podía salir a comer con mi familia, o en mi cumpleaños salí, ir al cine, o sea, a mí de hecho me habían ofrecido, lo que era el medio camino, como no estaba yo tan mal, pues que era estar aquí en mi casa, ir nada más las tardes a tomar el tratamiento, pero yo decidí que iba estar 30 días, porque necesitaba como aislarme de todos los problemas para poder trabajar en mi”.
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