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Él le regaló besitos de boca a una fanática; ella movió su trasero como nunca y tuvo la sorpresiva visita de Wisin & Yandel. Entérate de qué más pasó durante su concierto juntos en Nueva Jersey.
Por José R. Pagán |
22 de julio, 2012 – 11:13 AM EDT
Cortesía Crossover Agency
Enrique Iglesias es uno de los cantantes más divertidos sobre el escenario, pero eso no es nada nuevo. Ahora bien, lo que sí es novedad es cómo ha evolucionado Jennifer López al momento de ofrecer conciertos.
Él es informal e inquieto y presenta espectáculos sencillos con su voz como recurso principal. Ella tiene una presencia escénica imponente, con tanta agilidad al momento de bailar como sensualidad al moverse.
Sus estilos son muy diferentes y ahí parece estar la clave para que funcione muy bien el junte musical que hacen como parte de una gira.
El sábado se presentaron en el Prudential Center de Nueva Jersey con el espectáculo que viene a ser como dos conciertos en uno, con más de tres horas de música entre ambas participaciones.
¿Hace falta decir cómo estaba vestido Iglesias? Con jeans, camiseta y gorra, por supuesto. El público lo recibió de pie y desde la primera canción empieza uno a divertirse.
Iglesias sabe bien cómo mantener al público alerta y atento a lo que él hace. Corre de un lado a otro, se acerca a la gente lo más que puede y no se está quieto un minuto.
De entre la audiencia siempre hay quien resulta agraciado y puede tenerlo más cerca. Esta vez, una chica aceptó su invitación para subir al escenario y se dio el gusto de abrazarlo, apretarle el trasero, olerlo y hasta darse varios besitos de boca con el cantante.
Con tanta actividad física al tiempo que interpretó sus temas más populares, Iglesias terminó exhausto, pero dejó a los presentes más que satisfechos.
Minutos después –con un escenario que incluye varios niveles y escaleras – apareció J.Lo desde lo alto, descendiendo en una plataforma. Y a partir de ahí fue todo un despliegue de pirotecnia, imágenes en pantallas gigantes y mucho baile.
López, con unos dotes de bailarina que hipnotizan, vistió capas de brillo, vestidos cortos y diseños con transparencias. Deja ver sus curvas, exhibe la firmeza y definición muscular de su abdomen –el mismo donde una vez hubo mellizos- y mueve a su antojo el trasero. Por momentos lucía como una vedette glamorosa.
La cantante le recordó al público que ella viene del Bronx y compartió en las pantallas un adorable álbum familiar con imágenes de sus hijos, Max y Emme. Se mostró, además, como una “eterna optimista del amor”.
Y haciendo referencia al amor, hay que mencionar que J.Lo incluye un vídeo en el que aparece junto a su novio, Casper Smart, antes de que él aparezca en el escenario para hacer un baile juntos.
La gran sorpresa de la noche fue al final del concierto, cuando aparecieron Wisin & Yandel para cantar con J.Lo el tema que grabaron juntos. Los cantantes decidieron a último momento no participar de esa gira, pero aprovecharon que estaban de visita en la ciudad para hacer la visita.
Y supimos que los cantantes aprovecharían para sorprender con un pastel a J.Lo, quien cumplirá 43 años el martes.
Frankie J tuvo a su cargo el acto de apertura.
Así llegó a su fin una noche llena de ritmo, emociones y diversión. Sólo hizo falta ver juntos sobre la tarima a Iglesias y a López, aunque fuera por un instante.
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