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27 de septiembre, 2013 – 11:01 AM EDT
Laura Flores protagonizará con Eduardo Capetillo y Altair Jarabo la obra Manos quietas, donde la actriz asegura que interpretará a una mujer muy interesante.
“Es una mujer como que muy acá, pero resulta que esta mujer está que se le cuecen las habas porque alguien le haga algo, lo que sea. Que bueno que ya me casé porque sino dirían que [tengo] algo en común con Laura. Qué suerte que un día después de cumplir los 50 años me casé”.
A un mes de casada, la actriz aclara por qué decidió mantener en secreto los planes de su boda con Eduardo Fonseca.
Fotos: Bodas y compromisos del 2013
“Es muy distinta la condición de casarte con hijos que sin hijos. Aparte Eduardo no está en la farándula, no tiene nada que ver; su familia, menos. Entonces lo que menos quería, se los digo en buena onda, era contaminar la relación con dimes y diretes, de que ‘te vimos aquí o allá, o ahora anda con este'”, dice.
Por el bien de sus hijos, Laura prefiere no hacer pública su vida personal. “Desde que me divorcié del padre de mis hijos, he tratado de mantener al margen mi vida personal para que mis hijos se sientan bien… que no digan ‘mi mamá trae un novio, ahora trae otro novio’, no se vale… sobre todo con María que ya se da cuenta de todo. Entonces, por respeto, no lo dije, la verdad. No quise hablar de un noviazgo nunca”.
La actriz confiesa que la química que tuvo el costarricense con sus hijos fue lo que la conquistó.
“Es un caballero, es un hombre hecho y derecho, es un hombre de 57 años, no se anda por las ramas, no está buscando aventura. Nos dimos el tiempo para conocernos, somos compatibles y aparte hizo una química impresionante con mis hijos… porque tú puedes estar encantada con el galán, puede ser recetado por Dios directamente desde el cielo para ti, pero si no hace química con tus hijos, pues cómo”.
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