Para Nicole Horts, el movimiento marcó el rumbo de su vida. Fue en el escenario, a través de la danza y el teatro musical, que descubrió las virtudes de provocarlo en el cuerpo, en la mente, en el alma, en el corazón, o en todo al mismo tiempo. Pronto, sobre la duela se reveló el poder de su canto, no solo como una oportunidad para romper los esquemas escénicos que, en ese entonces, limitaban su notable virtuosidad, sino también, para cumplir una ilusión creciente por crear y contar historias.
La cantautora, originaria de la Ciudad de México, comenzó a escribir sus primeras canciones a los 16 años, lo que evidenció múltiples influencias musicales, particularmente, de géneros como rock, funk, R&B y afro, en voz de figuras y bandas como Queen, Janice Joplin, Annie Lennox, Earth, Wind & Fire y Peter Gabriel; así como su admiración por las voces de Beyoncé, Kelly Rowland y Cristina Aguilera, y el hip hop de Lil Wayne, Jay Z y Florida.
Un año más tarde, a su regreso de Berklee, se reunió con algunos amigos y formó una banda para compartir sus composiciones, algunos covers y reencontrarse con el escenario. Así, luego de tomar algunas decisiones en torno a su carrera en la música, Nicole Horts emprendió un nuevo ciclo para adentrarse en la producción de sus primeros materiales discográficos, con los que demostró la evolución natural de su sonido.
En Naona, su primer EP, Nicole apostó por una fusión orgánica e instrumental de soul, neo soul, R&B, góspel, funk y jazz. Su propósito, además de configurar un disco virtuoso e integrar una nueva propuesta a la escena mexicana, fue demostrarse a sí misma los pasos que podía dar dentro del estudio, pero nunca bajo la idealización de la fama o el reconocimiento inmediato, sino como una expresión de sus propias búsquedas internas.
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Tras escribir ‘Blue’, ‘Sola’ y ‘Corre’, la artista descubrió, junto al productor David Bravo, que podía conceptualizar Naona, a partir de la colorimetría que percibía en cada una de las canciones, y entonces, decidió completar el material bajo esta narrativa e integrar su interpretación sobre el desarrollo del soul a través del tiempo. Dos años más tarde, publicó VAYU, un álbum que habla sobre los prana vayu, un término del sánscrito y de la cultura hindú, que se refiere a las energías vitales.
Descrito por Nicole como uno de los álbumes más “clavados” que ha hecho, VAYU evoca a la tierra, al fuego y a la forma en la que regresamos a nuestras raíces. Ambos discos están permeados por armonías vocales excepcionales, resultado de su profundo reconocimiento por los cantos de las tribus, cuya fuerza, honestidad y crudeza, le han permitido descubrir los orígenes y principios de la música, y por lo tanto, entender que la voz es un instrumento elemental.
Un año después, Nicole Horts se adentró en una época de transición con entrevayus, un EP que extendió algunos trazos de la identidad que había creado en el pasado, pero que, de una u otra forma, buscó redefinir, para establecer una pauta sobre el futuro. Para la compositora, este material rectificó su camino en la música, le permitió reconocer nuevos procesos creativos y le abrió las puertas a la industria musical, pero también, la encontró en un momento de ansiedad, de pérdida y en un intento fugaz por transitar hacia los caminos que quería tomar.
“Las transiciones son raras, complicadas y curiosas”, dice Nicole Horts a ROLLING STONE en Español, tan solo unas semanas después de haber concluido Nica, el álbum más personal y honesto de su trayectoria. “Cada vez que hago un proyecto lo siento distinto, porque yo soy así. Nunca intento hacer lo mismo, no quiero mejorar un proyecto que ya hice realidad. Me concentro en nuevas sensaciones, en aquello que me genera un asombro y me mantiene en otra dirección. Siempre estoy cambiando y pienso que todos los EPs fueron una preparación para llegar a este momento”.
Nica es un álbum conceptual y biográfico. Está inspirado en el “Viaje del Loco”, de Carl Jung, y los arcanos mayores del tarot; representa, al mismo tiempo, una metáfora por las facetas de aquellas personas que se han cruzado cíclicamente en su vida. “Tuve una etapa de exploración, de perderme un poco y encontrarme. Quería provocar movimiento en su máximo esplendor y en todas las facetas posibles. Después de tres años está aquí, y es lo más honesto que he hecho musicalmente. Necesitaba saber quién era Nicole Horts y me permití ser, sin juzgarme”, narra.
https://www.instagram.com/p/C5myJtKgC1d/?utm_source=ig_web_copy_link&igsh=MzRlODBiNWFlZA==A la largo de trece temas, la compositora crea un universo íntimo y enigmático, que poco a poco se torna colectivo, y que toma forma a partir del discurso de las letras, los sonidos, la producción, la estética visual y los sentimientos detrás de cada etapa. De esta forma, se revelan capítulos que simbolizan una expresión completa de su amor por el arte y la música, y a su vez, de sus duelos, temores, preocupaciones y enojos.
Nica es, además, un álbum de protesta, y una carta abierta sobre la vida de una artista que demuestra un ingenio inconmensurable, pero que aún construye los caminos que la definan bajo sus propios términos. Si nos mantenemos en constante evolución, sería ilógico que su arte y ella misma no lo hicieran.
“Este es mi álbum debut. Lo anterior fue una especie de exploración y aprendizaje. Con Nica por fin me estoy acercando al modelo de trabajo que siempre soñé; todo lo puedo hilar, agregarle detalles, y encontrar mundos infinitos. Es un disco transparente, hecho con mucha ilusión, y por fin tuve la libertad de vomitar quién soy. Si hay algo que puede definir mi esencia es el poder de la vulnerabilidad; tengo un lado de oscuridad y otro lado muy honesto”, recalca, mientras nos adentra en el retrato más desafiante y catártico de su vida.
Nica es un álbum con un concepto universal, pero que al mismo tiempo abraza la mexicanidad. ¿En qué momento te encontró este álbum al inicio y en qué momento te encuentra ahora, a punto de ser publicado?
Al inicio, fue una tormenta entre decidir qué quería hacer, qué estaba pasando y a dónde quería ir. La primera canción que hice fue “Anikkylando”, la escribí en mis notas, y quería presentarme como artista, porque siempre tengo en la mente la pregunta de: “¿Quién soy? ¿Qué es lo que quiero hacer con mi música?” Fue una forma de aceptarme y abrazarme, de reconocerme como un ser cambiante, de honrar la eterna búsqueda que quiero tener como artista, de explorarme en todas mis facetas y en diferentes sonidos. Es el resultado de entender que mi propósito, y lo más valioso que puedo aportar en este camino, es ser yo misma. Me adentré en cosas que me dolían y que me daba cuenta que también estaba viviendo.
El concepto del tarot llegó porque a diario sacaba una carta para aprender a leerlo, como un hobby. Siempre me ha gustado amarrarme a conceptos, para llevar mi música a diferentes lados y así empezó este viaje. Esta exploración fue un proceso muy catártico y explosivo, aún lo sigue siento y se escucha en el álbum; es un álbum oscuro y, al mismo tiempo, muy honesto. Es caos e incertidumbre, pero también esas ganas de luchar y de reconocerme.
¿De qué te libera?
Estaba en una búsqueda como artista, tanto en el sonido, como lo que quería hacer con mi proyecto. A lo largo del álbum siempre hablo de quién soy, pero también existe ese sentimiento de estar constantemente perdida. ¿Este sonido me va a definir para siempre? Probablemente no, pero es el sonido que hoy me representa. Me libero de muchas emociones de las que nunca había hablado; nunca había estado tan enojada, honestamente, escucharme así y mostrarlo al mundo fue un poco aterrador, pero no me importó. Nica es una liberación artística, me ayudó a meterme en el caos de mi mente.
¿Por qué Nica?
Nicole Horts es mi nombre real, pero también pienso que es mi alter ego, y necesitaba un apodo, para saber de dónde venía mi yo artístico, la que absorbió todas las referencias musicales y el arte. Nicole significa “ejército victorioso”, pero si lo divides, Nica es “victoria”, pero también encontré otros significados que me encantaron, así que se traduce como “imagen verdadera”, lo que me hizo sentido porque es un álbum honesto; es “único”, que era lo que yo quería; y “nada”. El apodo de Nicole Horts es “Nica”.
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